El sangrado después de la menopausia puede ser un problema. Esto es lo que debe saber.

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Mi paciente “Rosa” ha venido a mi consulta para una cita, pero no es para su visita anual. En lugar de eso, ha venido por un sangrado vaginal que la ha tomado por sorpresa. Rosa es una mujer de aproximadamente 65 años que ya ha pasado la menopausia.

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La mayoría de las mujeres que experimentan sangrados después de la menopausia sienten justificadamente que se trata de algo preocupante. Después de todo, pensaron que ya habían terminado. (La menopausia se confirma oficialmente si ha pasado 1 año desde su último período menstrual).

Rosa pregunta: “¿Qué puede ser?”

Llegar al fondo del asunto

El sangrado posmenopáusico puede variar desde un ligero manchado de color gris rosado o marrón hasta un flujo abundante, como una menstruación regular. La mayoría de las veces, el sangrado no produce dolor. Independientemente de sus síntomas exactos, es una buena idea ponerse en contacto con su ginecoobstetra de inmediato si le sucede esto.

Cualquier evaluación debe comenzar con una conversación detallada, ya sea en persona o por telesalud (una llamada telefónica o video chat). Su ginecoobstetra debería hacerle preguntas como:

• ¿Cuándo pasó la menopausia? Cuanto más tiempo haya pasado, mayor será el motivo de preocupación y más pruebas serán necesarias realizar.

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  ¿Está tomando algún medicamento nuevo? Algunos fármacos, como los anticoagulantes y algunos medicamentos para la salud mental, pueden tener efectos secundarios que incluyen el sangrado vaginal.

• ¿Qué más está sucediendo con su salud? Hay otras condiciones médicas que podrían ser relevantes.

Normalmente es necesario realizar un examen pélvico cuando hablamos de sangrados vaginales no explicados. Durante el examen, es posible que su ginecoobstetra examine su vagina y su cuello uterino y palpe el tamaño de su útero.

Los siguientes pasos dependerán de su edad, del tiempo que haya pasado desde que llegó a la menopausia y de la cantidad de sangrado que esté experimentando. Su ginecoobstetra podría sugerirle una ecografía pélvica para observar su útero más de cerca o una biopsia para obtener una muestra de tejido del revestimiento de su útero. Incluso podrían ser necesarias ambas cosas.

Algunos casos requieren un procedimiento más complejo denominado histeroscopia diagnóstica con dilatación y legrado (DyL). En este procedimiento, su ginecoobstetra coloca una cámara en la vagina que pasa a través del cuello uterino y hasta su útero. Se extraen células del revestimiento de su útero. Esta muestra de tejido se envía a un laboratorio para su análisis.

Causas y tratamientos

Una razón del sangrado posmenopáusico puede ser que el tejido de la vagina y la vulva se hayan vuelto más delgados. Esto puede ocurrir durante la menopausia debido a cambios hormonales. Si experimenta sangrado después de mantener relaciones sexuales, puede deberse a la fricción sobre esta piel más fina y sensible, pero aun así su ginecoobstetra debe llevar a cabo una evaluación completa para asegurarse.

La crema tópica de estrógenos suele resolver este tipo de sangrado posmenopáusico. Utilizar lubricación al mantener relaciones sexuales también puede ser útil. Si el revestimiento de su útero es extremadamente fino, su ginecoobstetra podría considerar una terapia hormonal en forma de píldoras o un dispositivo intrauterino (DIU).

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Dra. Tamika C. Auguste

Los pólipos también pueden causar sangrado vaginal. Si su ginecoobstetra descubre este tipo de crecimientos benignos (no cancerosos) en el útero o en el cuello uterino, es posible que necesite una intervención quirúrgica para extirparlos.

Otra posibilidad: Podría estar sangrando porque el revestimiento de su útero se está volviendo demasiado grueso. En algunos casos, las células del revestimiento pueden volverse anormales y provocar cáncer.

El cáncer es la causa más grave, pero también la menos probable, de los sangrados después de la menopausia. Si las pruebas detectan células cancerosas o cambios celulares que podrían convertirse en cáncer, su ginecoobstetra deberá remitirla a un especialista llamado oncólogo ginecológico.

Incluso si no es cáncer, puede que necesite futuras ecografías para vigilar la situación. Si considera que el sangrado o las pruebas de seguimiento le molestan mucho y otros tratamientos no han funcionado, hable con su ginecoobstetra. En algunos casos, podría considerarse una histerectomía para extirpar el útero. Usted y su ginecoobstetra pueden hablar de las opciones más adecuadas en su caso.

El plan de Rosa

Tras realizar un examen pélvico y una ecografía, comprobé que el revestimiento uterino de Rosa era más grueso de lo que debería ser a su edad. La obesidad y la diabetes hacían que su riesgo de padecer cáncer de endometrio fuera alto, así que le recomendé que recogiéramos tejido para analizarlo. Tras hablar de las opciones, Rosa optó por un DyL y una histeroscopia. Afortunadamente, los resultados de las pruebas de Rosa no mostraron indicios de cáncer.

Pero Rosa no estaba fuera de peligro. Su sangrado volvió aproximadamente 3 años después, lo que hizo que el proceso comenzara de nuevo. Ella ha sido clara en su postura de evitar una histerectomía. Mientras siga viniendo a verme cada vez que tiene sangrados, seguiremos con este enfoque: vigilar la situación con exámenes pélvicos, ecografías y otras pruebas según sea necesario. Es un plan seguro y acorde con sus deseos.

Actúe ahora, no más tarde

Sangrar después de la menopausia no es normal, así que debe tomárselo en serio. Acuda directamente a su ginecoobstetra. Lo más probable es que no haya motivos para el pánico. Pero solo a través de una evaluación cuidadosa podemos estar seguros de a qué nos enfrentamos.

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